Un grupo de presentes analiza la situación en la que, una vez más, los antidisturbios hicieron uso de gases lacrimógenos.

“Estábamos en Ferraz 86 y nos íbamos a ir porque estaba siendo muy aburrido y pacífico. Justo cuando nos estábamos yendo, vimos seis furgones de policía que empezaron a cargar”, relata una joven que asistió junto a su familia a la que fue la quinta jornada consecutiva de manifestaciones en torno a la sede del PSOE, en la calle Ferraz, para protestar contra la amnistía y la investidura de Pedro Sánchez.

Interior triplicó la defensa y el número de efectivos en la calle, adelantó la valla de seguridad 50 metros para guardar más perímetro, y aun así la masa revolucionada, 7.000 personas según la Delegación de Gobierno, inundaron las calles de Madrid. Los manifestantes, en un principio en Ferraz, se extendieron por el centro, atravesando Callao y el Paseo del Prado y llegando hasta el Congreso de los Diputados. Hicieron una sentada popular y, de nuevo, hubo conflictos contra los antidisturbios. Algunas de las personas que ocupaban las primeras filas de la movilización se encararon con los policías, que más tarde respondieron mediante el uso de gases lacrimógenos.

“Se escucharon estallidos. Nos acercamos y la gente había empezado a correr. Estuvimos yendo y viniendo muchísimas veces”, continúa la testigo. Las autoridades confirmaron que había grupos de “ultras” que estaban actuando violentamente y que la respuesta de los cuerpos policiales era necesaria. Algunos participantes en la marcha lanzaron botellas de plástico a la Policía Nacional y huevos a algunos medios de comunicación.

El PSOE ha reclamado esta mañana que “PP y Vox condenasen la violencia” vista en la manifestación. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha comparecido denunciando públicamente “los actos vandálicos”, pero ha subrayado que defender la democracia es un derecho y una obligación de los españoles: “¿Todo el mundo es fascista aquí? ¿Es fascista defender la democracia?”.

Los jóvenes que asistieron a la congregación añaden que “había gente diciendo que le picaban la nariz y los ojos”. Otros, gritaban “Pedro Sánchez, hijo de puta”, pero la mayoría se limitaba a saltar con banderas de España y pedir la dimisión del presidente del Gobierno en funciones.

En un audio que se envió en el momento preciso de la actuación de los cuerpos dispuestos junto a la sede del partido, se escucha cómo una persona exclama: “¡La policía está empezando a tirar gas, estamos corriendo! Hay gente poniendo contenedores en la calle para que la policía no pase”. Mientras tanto, PSOE y Junts planean firmar en los próximos días un acuerdo para definir la “ley de amnistía” que conducirá al apoyo de Puigdemont a Sánchez y a la consiguiente investidura del secretario general socialista.

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