La búsqueda de la verdad, en ocasiones, pasa por detenerse durante un segundo y mirar al espejo. En ese instante, miles de enigmas sin resolver languidecen ante la inercia de la pausa: es el mutismo del reloj. Quizá, y solo quizá, en el reflejo de ese rostro se halle el misterio que realmente ansiamos desvelar, el sentido que deseamos alcanzar, tal vez el tesoro que anhelamos encontrar.

Decía un tal Paulo Coelho que el secreto de la felicidad está en ver las maravillas del mundo, pero sin olvidarte de tu misión y tu objetivo. Así lo escribió en El Alquimista, obra mundialmente reconocida que relata el camino de un pastor español hacia el tesoro de la vida, atravesando el desierto y sometiéndose a complicados enigmas que le conducen a sumirse en una introspectiva búsqueda del sentido. Antoine de Saint-Exupéry, en los viajes interplanetarios de El principito,también emuló el recorrido a través de la existencia, los encuentros con conocidos, el sonido del viento, el placer de los amigos, la nostalgia de los atardeceres y el dolor de la muerte.

El Capital

En El Capital luchamos a toda costa por contar la verdad, no nuestra verdad, sino la verdad. Este término aparece muy lejano si se presta atención a las acepciones que se le adhieren hoy en día al léxico. Los detractores murmuran que la vigencia de la verdad se ha desvanecido, que se trata de un concepto arcaico y en desuso; otros, se limitan a explicar que nunca sucedió.

Numerosos estudiosos dirán que la verdad es aquella adaptación del entendimiento de la realidad a la experiencia, quizá la suma de múltiples perspectivas, quizá lo que dicten las mayorías.

El ser humano, en su odisea por la vida, en una aventura en la que conoce a personas y vive y siente (y ama) acompañado, no busca sino una sustancia intangible que penetre en su ser y le llene por completo. Esta espiritualidad responde realmente a la necesidad de un sentido, algo a lo que aferrarse, algo en lo que creer, algo que alcanzar. Sin embargo, la inmaterialidad de esta circunstancia hace que el camino se endurezca y el horizonte aparezca lejos, ineluctable, ininteligible. La verdad, pues, quizá sea un suspiro del corazón, un diálogo con el alma ajena, una conversación con uno mismo. La honestidad con el ser.

Alma Máter

Alma Máter es la nueva sección de nuestro medio digital de noticias. Mas, camuflada en la superficialidad de las líneas que arrojan encanto y lírica, esta tenue expresión hija del latín abre un canal directo con el alma, crea nuevos horizontes que se acercan y acarician, y comparte el corazón de cada uno de nosotros, los que escribimos y los que leéis.

Cuando decidimos crear esta categoría, cavilamos en la experiencia, en lo que el viejo conocido Machado habría descrito como el camino que se hace al andar. Somos el heraldo del que deja sus huellas al pasear por la arena de la playa. Tiramos migas de pan para no olvidarnos de lo más valioso que tenemos, que es el camino que hemos recorrido. Y no hay forma más sencilla ni más sincera que traer el mensaje de WhatsApp que escribí al grupo El Capital Noticias, formado por cada uno de nuestros valientes redactores: «Alma Máter es la sección más abierta, es un espacio donde cada uno podrá escribir sobre viajes, libros, películas o experiencias que haya vivido y que quiera compartir. Es una sección que va directa al alma, porque no olvidamos que somos un medio que busca y publica la verdad. Y no hay mejor forma de hacerlo que acordándonos de lo que de verdad importa, que es la vida. Alma Máter, en definitiva, es una reseña sobre el camino que vamos trazando, una categoría en la que podréis escribir sobre vuestras miradas y anhelos hacia el mundo».

Algunos de nuestros redactores han escrito una reflexión sobre su libro o película favorita, una suerte de llamada a la conexión, un alegato hacia el sentimiento y la emoción, un párrafo que les une atávicamente a los regalos del mundo. No hay más verdad que la honestidad y fragilidad que esconden estas líneas, llenas de introspección e intimidad.

Alejandra: «Mi película favorita, desde el momento en que la vi, es Forrest Gump. Narra la vida de Forrest, un hombre que tiene una discapacidad mental, y que gracias a ella vive con una inocencia y sencillez admirables. Le tachan de tonto en innumerables ocasiones, pero él es incapaz de ver la maldad en nada ni en nadie. Me encanta porque, además de enseñarnos lo bonito de una vida sin preocupaciones más allá de las esenciales, Forrest nos enseña que, literalmente, querer es poder. La mítica frase “Corre, Forrest, corre” es gran ejemplo de ello, porque Forrest no podía correr por un problema en las piernas, y acabó corriendo como el que más. Ver esta película me lleva a pensar en la idealidad de una vida en la que prima la inocencia y la sencillez, y en la que todo es posible si te lo planteas y lo luchas».

Dani: «100 metros. La importancia de creer en uno mismo. Me gustaría hablar de esta película ya que es una de esas historias que ayudan a hacerte ver lo importante que es reponerse y superar las adversidades. Protagonizada por Dani Rovira y Karra Elejalde, se trata de un ejemplo de superación de Ramón, un padre de familia al que, por desgracia ha sido diagnosticado con esclerosis múltiple y va perdiendo la movilidad del cuerpo. A partir de ahí, el protagonista tiene un objetivo muy claro en la cabeza y un sueño por cumplir, que no le será tarea fácil pero gracias a la consistencia y a la perseverancia puede llenarse de energía para tratar de conseguirlo. Cuando vi la película, me di cuenta de que en la vida, por desgracia, siempre van a surgir problemas de manera natural. No obstante, depende de nosotros el querer reponernos y seguir hacia delante, seguir remando a contracorriente hasta alcanzar aquello que tanto deseamos y no desistir nunca. El mensaje que lanza la película es claro: Si quieres, puedes».

Belén: «Mi libro y mi película favorita son Orgullo y prejuicio, porque me gusta ver cómo es el amor en otra época, que es un amor más puro, más inocente, más real. No es tóxico como en estos tiempos, es un amor que dura para toda la vida, un amor fiel. Me gusta ver cómo es en otras épocas y lo que podría haber vivido en otra época».

Rafa: «Feria, de Ana Iris Simón. Un homenaje a la niñez de los 90 en su pueblo de la Mancha mediante un repaso de su peculiar familia. Desde mi caso personal, el libro provoca la necesidad de revisarnos a nosotros mismos preguntándonos si hay un lugar al que pertenezcamos de verdad. Es una obra que te hace preguntarte como ha cambiado España en los últimos 30 años y qué nos estamos perdiendo».

Elsa: «Mi película favorita es Titanic. Creo que el hecho de que Titanic esté inspirada en una historia real hace que sienta la película muy cercana, pese a la distancia en el tiempo. Cada vez que la veo vuelo a otra época, sueño con surcar por los mares sobre el enorme transatlántico, y las emociones se ponen a flor de piel. Es la historia, son los recuerdos, la música y los personajes; lo que representa, lo que inspira y lo que refleja. Suena una melodía, “10 de abril de 1912, el RMS Titanic zarpa desde el puerto de Southampton…” y me embarco en una de las tragedias más románticas de la historia».

Vicky: «La novela es Últimas tardes con Teresa, de Juan Marsé. Ambientada en la Barcelona de los años 50, la novela me produce una especie de nostalgia de una época que no he vivido. La primera vez que la leí sentí como conseguía acercarme más y comprender la vida que llevaban mis abuelos; cómo era España unos años atrás. Y el cambio radical que se ha producido, no solo generacional, sino también en la mente del colectivo social. Me gusta como Juan Marsé narra sus novelas y describe todo al detalle».

Marcos: «El Hobbit es una de esas joyas literarias que nunca deja de fascinarme. Tolkien crea un mundo tan vivo y detallado que me sumerge por completo. Lo que más me encanta es la forma en que mezcla la fantasía con la cotidianidad, llevando a un personaje tan común como Bilbo Bolsón a una aventura épica. La narrativa es rica en detalles, la escritura es aguda y hay una belleza en la simplicidad de la historia, sin necesidad de grandes giros en la trama ni plot twists innecesarios. Tolkien te narra un viaje, que realmente es apasionante. Por otra parte, la introducción de seres míticos, como dragones, elfos y enanos, agrega emoción y diversidad a la trama. La riqueza de la historia y la profundidad de los personajes son simplemente inolvidables».

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