Desde que el 7 de octubre el grupo nacionalista de Resistencia Islámica atentase en Israel, la contienda lleva 14.000 fallecidos y más de dos centenares de rehenes

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha respondido en una entrevista en su país que “no hay justificación” para el bombardeo constante a Gaza y que un alto el fuego beneficiaría a Israel. Asegura, no obstante, que el origen del conflicto radica en el ataque “terrorista” de Hamás. “Condena claramente” el atentado, pero insiste en que la búsqueda de la paz ayudaría al orden internacional, e insta a Estados Unidos y Reino Unido a que se unan a su petición.

Israel y el movimiento Hamás, según el presidente del país, Benjamín Netanyahu, están cerca de firmar un acuerdo que llevaría a un armisticio, después de un mes y medio donde el Ejército israelí ha asediado la Franja de Gaza, bajo el argumento de responder al atentado cometido el 7 de octubre por el grupo islámico. El ataque recibió el nombre de “Operación Inundación de Al-Aqsa”, en alusión a una mezquita de Jerusalén que había sido desalojada por las autoridades israelíes en abril de este año.

El 7 de octubre, al menos 3.000 cohetes salieron disparados desde Gaza hacia distintas ciudades de la llanura de Sharón, Gedera, Herzliya,​Tel Aviv y Ascalón, mientras que Beerseba, Jerusalén, Rejovot, Rishon Lezion y la base aérea de Palmajim también recibieron la alerta de la ofensiva gazatí. Aproximadamente mil palestinos, en motocicletas y camiones, comenzaron una incursión bélica sobre suelo israelí, devastaron a disparos a la gente durante un festival musical celebrado en Reim y dejaron casi 1.300 víctimas fallecidas en un día, además de varios centenares de heridos y secuestrados.

El líder de las brigadas Izz ad-Din al-Qassam, ala militar de Hamás, Mohammed Deif, convocó a “los musulmanes de todas las partes a lanzar un ataque”. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró que se trataba de “la peor masacre de judíos en un solo día desde el Holocausto”.

A 21 de noviembre, y con una suerte de acuerdo en el horizonte, son 14.100 las personas muertas en Palestina, según Gaza. Estados Unidos, que los últimos días había solicitado a Israel que rebajase su bombardeo masivo al territorio palestino y que no acabase con más vidas inocentes y civiles, ha vuelto a llamar al sosiego a la nación de Netanyahu. Después de que Israel destrozase todos los hospitales de la Franja asegurando que Hamás escondía túneles secretos bajo los centros médicos, Biden ha exigido que no se produzcan nuevas embestidas en el sur de Gaza. Otros líderes occidentales, como el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, o el presidente de Francia, Emmanuel Macron, también han reclamado a Israel que, a pesar de estar en su derecho de defenderse, haga todo lo posible por “proteger a los civiles, a las mujeres y a los bebés”, muchos de los cuales han tenido que ser transportados de urgencia a Egipto para recibir los cuidados necesarios de recién nacidos.

La Yihad Islámica, que colaboró en la agresión a Israel, anuncia, sin embargo, que aún mantienen a los rehenes en su poder y que el bombardeo incesante de las tropas de Netanyahu está retrasando un acuerdo que puede salvarles la vida a los secuestrados. “Renunciamos a toda responsabilidad con respecto a los rehenes cautivos que tenemos a la luz del continuo y bárbaro bombardeo de cada centímetro de la Franja de Gaza”, expresa el portavoz de las Brigadas Al Quds, Abu Hamza, después de presenciar la defunción de la rehén Hannah Katzir.

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