El ataque se ha producido como respuesta a la muerte de tres soldados americanos por soldados iraquíes
Estados Unidos ha realizado una serie de bombardeos en Siria e Irak correspondientes a varios objetivos militares proiraníes en consecuencia de la ejecución de soldados estadounidenses por las fuerzas islámicas de Irak. Joe Biden ha explicado en un comunicado que no busca un conflicto con Oriente Medio, pero avisa que no se quedarán de brazos cruzados y devolverán los ataques.
Según indica el Pentágono, los objetivos atacados constaban de centros de operaciones, centros de inteligencia, almacenes de drones e instalaciones logísticas pertenecientes a los grupos proiraníes. Los bombardeos han dejado al menos 18 muertos, según indican fuentes militares iraquíes.
El portavoz del Consejo de Seguridad estadounidense, John Kirby, ha declarado que el objetivo de los bombardeos es “debilitar su capacidad militar de una manera más robusta”. Por otra parte, las fuerzas Armadas de Irak advierten de que esta acción tendrá «consecuencias imprevistas y repercusiones desastrosas en Oriente Medio”.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha afirmado que “hay que evitar que la situación en Oriente Medio se convierta en explosiva”. Señala que Oriente Medio es “una olla que puede explotar”, con los ataques entre Israel y Palestina y con la participación de Líbano, Siria o Irak.
El Capital 
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