El Capital

La sentencia también indica cinco años en libertad vigilada para el brasileño, alejamiento de la víctima durante 9 años y 6 meses y una indemnización de 150.000 euros

Dani Alves ha sido condenado a 4 años y 6 meses de prisión por agresión sexual. Los hechos ocurrieron el pasado 30 de diciembre de 2022 en la discoteca Sutton y, desde entonces, el futbolista permanecía en prisión preventiva a espera del juicio final que ha decretado su sentencia.

La jueza ha considerado probados los hechos y le ha impuesto además cinco años de libertad vigilada, una orden de alejamiento de la víctima durante 9 años y 6 meses, así como una indemnización de 150.000 euros, a plazos de 150 mensuales.

El tribunal considera que “el acusado cogió bruscamente a la denunciante, la tiró al suelo y evitando que pudiera moverse, la penetró vaginalmente, pese a que la denunciante decía que no, que se quería ir. Con ello se cumple el tipo de ausencia de consentimiento, con uso de la violencia y acceso carnal”, añade la sentencia. El brasileño se enfrentaba a una pena de hasta 12 años de cárcel, sin embargo, se le ha aplicado una pena intermedia.

La acusación particular ha quedado “satisfecha” porque “se ha reconocido la verdad de la víctima, que hubo una agresión sexual”. Por otra parte, la abogada del futbolista, Inés Guardiola, ha expresado que “van a recurrir a la sentencia y que siguen creyendo en la inocencia de Alves”.

Durante el transcurso del juicio, fueron varios los testigos que declararon, entre ellos, la mujer del futbolista, Joana Sanz, quién tan sólo afirmó que su marido llegó a casa muy borracho. El propio futbolista reconoció que hubo acto sexual pero defendió que las relaciones sexuales fueron consentidas y que estuvieron “disfrutando los dos”.

Alves llegó a pedir hasta cuatro peticiones de libertad provisional, sin embargo, todas fueron declinadas. El argumento de la Fiscalía residía en el riesgo de fuga provocado por la gran capacidad económica del futbolista y la ausencia de extradición en Brasil. También se intentó aplicar el atenuante de embriaguez, el cual de haber salido adelante, podría haberle reducido la condena e incluso sentenciarle a una pena mínima de prisión por la ausencia de consciencia en los actos. No obstante, sólo se le ha aplicado el atenuante de reparación del daño, por haber pagado antes del juicio a la víctima.

Personalidades políticas como Irene Montero e Ione Belarra se han manifestado al respecto de la condena. “Es el resultado de la lucha feminista por el derecho a la libertad sexual y por poner el consentimiento en el centro. Se acabó la impunidad. Solo sí es sí”, dice la ministra de Igualdad en X.