El Capital

Quince estados se citan para las elecciones primarias tanto de demócratas como de republicanos, con el objetivo de erguir de manera definitiva la carrera por la candidatura en sus partidos.

Aunque no matemáticamente, hoy el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su predecesor, Donald Trump, pueden dar casi por terminada la carrera en sus respectivos partidos para alzarse con la candidatura en vista de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. Biden, en los demócratas, y Trump, en los republicanos, tienen altas probabilidades de asegurar su candidatura después de unas primarias en las que, con meridiano apoyo, han adelantado a sus competidores, muchos de los cuales han terminado retirándose y anunciando su no presencia en los comicios del partido.

Este martes 6 de marzo, la atmósfera política del país norteamericano se viste de gala, debido a que en quince de los estados de la nación se celebran elecciones primarias, tanto demócratas como republicanas, y, aunque los expertos lo hayan tildado de duelo descafeinado, Biden y Trump, Trump y Biden, quieren sellar definitivamente su elección para los comicios generales de finales de año. Denominado como el Supermartes, catorce estados llaman a sus ciudadanos a las votaciones primarias, además de la celebración de los caucus en Alaska y el recuento demócrata en Iowa, cuyas elecciones han sido exclusivamente por correo desde el 12 de enero.

Alabama, Arkansas, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah, Vermont y Virginia son los lugares donde el actual POTUS y su antecesor pueden firmar su nominación casi al completo. Además, en Samoa Americana también habrá comicios primarios.

En lo que va de jornada, Virginia y Carolina del Norte han confirmado las victorias respectivas de Biden y Trump, que llega a este punto con la tranquilidad de saber que el Supremo le anula la expulsión de las primarias de Colorado y le abre el camino para presentarse a las elecciones generales de noviembre. El expresidente asume, del mismo modo, que las cuatro acusaciones que existen en su contra no serán resueltas hasta después de los comicios.

En el bando demócrata, Dean Phillips, natural de Minnesota, y Marianne Williamson, de Texas, son los rivales de Joe Biden, si bien es cierto que Phillips da por sentada su derrota en su propio estado. La única republicana que hace frente al expresidente, después de que todos sus oponentes se retiraran sabientes de que poco o nada podrían hacer ante un Trump que va lanzado a hacerse con la candidatura por las presidenciales, es Nikky Haley, exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora de la ONU, que ayer logró arrebatar por primera vez un estado a Donald con su victoria en Washington.

Los otros tres candidatos que se postulan a las elecciones presidenciales son algo desconocidos por su pertenencia a partidos minoritarios o incluso su participación como políticos independientes. El primero de ellos es Robert F. Kennedy Jr., sobrino del expresidente John F. Kennedy, que, después de anunciar que se presentaría a las primarias del Partido Demócrata, ha decidido acudir como candidato independiente. También lo hará como independiente el eminente catedrático de Yale, Princenton y Harvard Cornel West, activista progresista anti-Obama que en un principio afirmó que iría con el Partido del Pueblo y más tarde con el Partido Verde, y que finalmente acudirá de manera autónoma a los comicios. La última es la miembro del Partido Verde Jill Stein, que lanza su tercera candidatura desde esta fuerza política y que muestra una gran lucha en favor de la protección del aborto y el colectivo trans.