El Capital

La última reunión tuvo lugar en Rabat entre Mohammed VI y el presidente argelino.

Las relaciones internacionales, al margen de los grandes bloques y organismos que aparecen con normalidad en Europa, América y Asia, tienen en África un eje sobre el que pivotan muchos de los temas de mayor enjundia en el entramado diplomático. Uno de los vínculos más importantes para el proceso de relaciones políticas entre vecinos africanos, reside en el norte del continente El rey de Marruecos, Mohamed VI y el presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, han mantenido varios diálogos tras el monarca haber declinado la invitación los días 1 y 2 de noviembre de 2022 a la XXXI cumbre de la Liga Árabe. El ministro de exteriores marroquí, Nasser Burita, asistió a la última conferencia en representación del país. 

Dicha cumbre, celebrada anualmente, pero suspendida desde hace tres años debido a la crisis sanitaria presentada con el objetivo de unificar posiciones entre Oriente Medio y el norte de África se produjo el año pasado en Argel, capital de Argelia. “Dado que se celebra en el país opositor al marroquí y estando rotas las relaciones, no era muy prudente que el rey magrebí asistiera, por esto, ha decidido optar por una vía intermedia, confirmar su asistencia para después rechazarla, y así no hacer un desplante desde primera instancia”, afirma Alonso Muñoz Pérez, profesor de la Universidad Francisco de Vitoria.

Marruecos y Argelia, principales países rivales de la región de África del Norte, rompieron sus relaciones diplomáticas en 2021 debido al espionaje marroquí a altos cargos argelinos mediante el software estadounidense, Pegasus. Dichos países ya contaban con tensiones desde 1960 “cuando tuvieron un conflicto militar llamado Las Arenas por cuestiones relativas a la frontera común que tienen, dado que Francia no la delimitó bien, y por la cuestión del Sahara occidental que Marruecos intenta anexionarse”, añade Alonso Muñoz Pérez. Las fronteras terrestres de ambos países permanecen cerradas desde 1994.

 La ruptura de relaciones afecta a ambos países de modo que el tráfico mercantil, comercial y económico es apenas inexistente. Argelia ha cerrado su espacio aéreo a los aviones marroquíes, así como ha cancelado el suministro de gas. “Aunque sean vecinos, y tengan una frontera común es como si estuvieran de espaldas el uno al otro”, añade Alonso.

Si finalmente Argelia y Marruecos deciden retomar relaciones de manera positiva y llegar a una especie de acuerdo “lo cual es bastante dudoso”, alega el profesor Muñoz, “hablarían acerca del estatuto de la frontera común y de la situación con el Sáhara”. “Si hubiera algún tipo de acuerdo entre ambos países iría por la vía de un Sáhara occidental independiente pues Argelia no va a ceder ante el deseo de Marruecos de anexionarse la región”, concluye Alonso.

Dicho posible acuerdo entre los países africanos podría beneficiar a España. Aunque el país de la península ibérica durante el año 2022 reconoció la propuesta de autonomía en favor de Marruecos, y por ende Argelia le subió el precio del gas, “si se llegara a un posible acuerdo entre la zona del Magreb, el gaseoducto que pasa por Marruecos se reabriría y las necesidades gasísticas de España se solventarían”, defiende el profesor Elias Cohen Truzman, licenciado en Derecho.